Aunque sientas el cansancio; aunque el triunfo te abandone; aunque un error te lastime; aunque un negocio se quiebre; aunque una traición te hiera; aunque una ilusión se apague; aunque el dolor queme los ojos; aunque ignoren tus esfuerzos; aunque la ingratitud sea la paga; aunque la incomprensión corte tu risa; aunque todo parezca nada; ¡VUELVE A EMPEZAR!

UNA HOJA DE PAPEL


Mi carácter impulsivo, cuando era niño, me hacía reventar en cóleraa la menor provocación. La mayor parte de las veces, después de unode estos incidentes me sentía avergonzado y me esforzaba porconsolar a quien había dañado.


Un día mi maestro, que me vió dandoexcusas después de una explosión de ira, me llevó al salón y meentregó una hoja de papel lisa y me dijo:¡Estrújalo! .


Asombrado, obedecí e hice con él una bolita.Ahora -volvió a decirme- déjalo como estaba antes.Por supuesto que no pude dejarlo como estaba, por más que traté, elpapel quedó lleno de pliegues y arrugas.


El corazón de las personas -me dijo el maestro- es como ese papel...La impresión que en ellos dejas, será tan difícil de borrar comoesas arrugas y esos pliegues.


Así aprendí a ser más comprensivo y más paciente; cuando sientoganas de estallar, recuerdo ese papel arrugado.


La impresión que dejamos en los demás es imposible de borrar. Máscuando lastimamos con nuestras reacciones o con nuestras palabras.


Luego queremos enmendar el error, pero ya es tarde. Alguien dijo unavez:"Habla cuando tus palabras sean tan suaves como el silencio".


Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos en la cara delotro palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos enello, nos arrepentimos.


Pero no podemos dar marcha atrás, no podemosborrar lo que quedó grabado.Muchas personas dicen: "Aunque le duela se lo voy decir"..., "laverdad siempre duele"...,"no le gustó porque le dije La verdad"...,etc, etc.


Si sabemos que algo va a doler, a lastimar, si por uninstante imagináramos cómo podríamos sentirnos nosotros si alguiennos hablara o actuara así... ¿lo haríamos? Otras personas dicen ser frontales y de esa manera se justifican al lastimar: "Se lo dije alfin... para que le voy a mentir..., yo siempre digo la verdad aunqueduela"...Qué distinto sería todo si pensáramos antes de actuar, si frente anosotros estuviéramos sólo nosotros y todo lo que sale de nosotroslo recibiéramos nosotros mismos ¿no?


Entonces sí que nos esforzaríamos por dar lo mejor y por analizar la calidad de lo que vamos a entregar.


Recuerda:Lo que de tu boca sale, del corazón procede.Aprendamos a ser comprensivos y pacientes. Pensemos antes de hablary de actuar

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