
Subamos... Subamos los escalones de nuestra existencia. Muy despacio, cautelosas, con mucha calma, inteligencia y buena voluntad, subamos los escalones, pensando corajosamente siempre en la gloria que se encuentra en el alto de la escalera que estamos subiendo… No cedamos ni un segundo al desánimo; no permitamos que la indecisión nos domine. Aprendamos a superarlas… El mundo pertenece a los seres optimistas, con coraje, positivos y sinceros; nunca será de los cobardes, quejosos, indecisos, mentirosos y deshonestos, éstos últimos se quedan en los primeros escalones de la gran escalera… Si alguien no nos recibe de buena gana, ni acepta nuestra buena intención, no perdamos tiempo en comentarios y sentencias acusatorias, pues tal actitud no solucionará el problema… Y si nos caemos antes de llegar al escalón que nos propusimos llegar, no desanimarnos, porque el caer es una oportunidad para levantarnos y reaccionar, continuemos subiendo nuevamente con más fuerza y altruismo… Victoria no es nunca habernos caído, sino levantarnos de la caída y seguir alegremente quitando las malas impresiones, prometiéndonos a nosotros mismos, mirar con orgullo los demás escalones que se encuentran delante y altivamente seguir subiendo… Subamos, subamos siempre con coraje, con firmeza con sabiduría y un fuerte deseo de vencer, imponiéndonos el más alto concepto de una vida digna, honrada y bien vivida…
Recordemos, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder el vigor, la fe, y el ideal de la vida… Si no vencemos es porque nos dejamos contaminar por la ola negra del mal y perdimos el deseo de luchar hasta el final porque, quien lucha, dando el verdadero esplendor a la vida, al bien y persistir, sin retroceder... Vencerá
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